Nos encontramos ante el plano de la zona
histórica de la ciudad de Toledo, la cual presenta una traza urbana derivada
tanto de su emplazamiento natural como de su evolución histórica. Toledo se
encuentra enclavada en un cerro rodeado prácticamente en su totalidad por el
río Tajo, lo que siempre ha limitado muy notablemente su crecimiento. Este
emplazamiento también la ha convertido en una ciudad fácil de defender en
épocas de guerra.
La ciudad, importantísimo foco cultural y
político durante la Edad Media y el Renacimiento, queda sin embargo bastante
marginada en el posterior proceso modernizador de España, razón por la cual su
estructura medieval se conserva prácticamente intacta. Su primer momento de
esplendor llega al convertirse en capital del reino visigodo, experimentando
también un notable impulso durante la dominación musulmana, y alcanzando su
máximo apogeo en el siglo XVI. La crisis del siglo XVII, sin embargo, la afecta
de forma importante, perdiendo casi la mitad de su población.
El actual plano de Toledo es el
prototípico de las ciudades medievales con claro influjo musulmán. Dicho plano
se corresponde con el modelo anárquico o irregular, con calles cortas,
estrechas, en pendiente, que trazan curvas y contracurvas. No existe un plan
urbano previo a las construcciones, sino que más bien las calles surgen en el
espacio que dejan libre los edificios. Estos suelen aparecer en forma de
manzanas grandes y muy irregulares. Esta estructura, magnífica desde el punto
de vista histórico y monumental, resulta sin embargo caótico en la actualidad por los numerosos problemas que
conlleva para la movilidad de personas y, sobre todo, del tráfico rodado.
Como edificios más destacados de la ciudad
podemos citar la Catedral (una de las joyas del gótico español) y el
Ayuntamiento, que aparecen prácticamente juntos en el centro urbano, y el
Alcázar (reconstruido en buena medida), el gran centro del poder político en
los momentos en que Toledo fue Corte.
Podemos observar, al norte de la ciudad,
los arrabales, barrios de origen medieval que surgían extramuros de la ciudad
(la muralla se encuentra aún hoy muy bien conservada en la mayor parte de los
tramos). En el SW aparece la judería, representativa de la fuerza que esta
comunidad tuvo en el Toledo medieval.
En la actualidad, Toledo, como
comentábamos anteriormente, presenta serios problemas de tráfico y habitabilidad
en el casco histórico. Sin embargo, al mismo tiempo, éste se ha convertido en su principal fuente de
ingresos, al haberse especializado la ciudad en las actividades del sector
turístico gracias a su magnífico patrimonio monumental.
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